Historia

UNA HISTORIA DE PASIÓN, QUE COMIENZA DESDE 1930

La pérdida de Giovanni Arcangeli seguramente será muy sentida, no sólo en su familia, si no en todo el mundo de los viveros en Pistoia. Ha sido uno de los fundadores de la actividad de los viveros ornamentales de esta localidad. Fue en 1930, cuando comenzó a colaborar con algunos productores para realizar el cultivo de árboles de fruta injertados. El intuía las potencialidades del sector y algunos años después decidió desplantar algunas vides y plantar coníferas (una de sus pasiones). De este modo dio un vuelco a las costumbres locales.

La innovación y las ganas de conocer al máximo su trabajo siempre han caracterizado su existencia. Sus colegas siempre lo recuerdan porque fue él quien dio a conocer el injerto con parafina. Hay algunas anécdotas sobre esta técnica: Giovanni trató de patentar el secreto sobre esta técnica (no fue solo un cultivador capaz, si no sobre todo un emprendedor hábil).

Las primeras veces que introdujo sus plantas injertadas en el mercado, intentó eliminar la parafina residual. En todo caso, sólo fue capaz de producir algunas variedades y durante algún tiempo nadie supo la razón. En la postguerra la Sociedad se expandió, Pistoia agrandó sus horizontes y la empresa familiar se amplió, del mismo modo que el mercado de los viveros: Compraron algunas fincas y plantaron variedades nuevas; ganaron también los primeros premios de exportación (una gran satisfacción para la empresa, que llegó a ser una de las más importantes realidades a nivel nacional).

Mientras tanto, Giovanni siempre mostraba su naturaleza moderna. Hizo muchos viajes por todo el mundo (decía que solo le faltaba conocer Australia) y siempre recogió nuevas técnicas y sobre todo, nuevas variedades para el cultivo. Pero su gran pasión siempre fueron los Estados Unidos; allí quería vivir y allí viajó muchas veces. En 1976 los límites de la empresa se extendieron hasta Montecatini con la compra de 20 hectáreas de tierra. A principios de los años ochenta, Pistoia empezó a trabajar los cultivos en container. La empresa familiar también se adaptó y destinaron algunos terrenos al uso de esta técnica.

El cultivo en “campo libre” continuó siendo parte preponderante de la superficie total de la hacienda, tal como ocurre hoy en día. Además Giovanni compró un vivero en San Vincenzo y así la superficie total para el cultivo aumentó hasta 200 hectáreas. Esta ampliación se realizó para poder cultivar palmas y otras especies de plantas mediterráneas.

También en este campo él fue el precursor en la elección comercial, que posteriormente se hizo muy popular. San Vincenzo fue para él su “sitio en el sol”, en donde intentaba pasar el máximo tiempo posible en sus últimos años de vida. Hay muchas historias que hablan de Giovanni Arcangeli, cultivador de Pistoia y hombre de mundo, pero todas las páginas de este catálogo no serian suficientes para contarlas todas…

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